jueves, 27 de enero de 2011

Los objetos antiguos más misteriosos

La única explicación que se le puede dar a algunos de los objetos antiguos descubierto son las visitas extraterrestres, viajeros en tiempo o de civilizaciones perdidas como la Atlántida, o tal vez están aquí para mostrarnos que algunos pueblos antiguos eran mucho más avanzados de lo que pensamos. Es difícil no quedar atrapado en el misterio y la intriga de estos enigmáticos objetos antiguos y extraños a menudo, la mayoría de los cuales simplemente no pueden ser explicados por la ciencia moderna, de momento:

10. Mecanismo de Anticitera. Es un objeto el cual se cree es un artefacto mecánico primitivo. Fue descubierto en los restos de un naufragio cerca de la isla griega de Anticitera, entre Citera y Creta, y se cree que data del 87 a. C.
Es uno de los primeros mecanismos de engranajes conocido, y se diseñó para seguir el movimiento de los cuerpos celestes. De acuerdo con las reconstrucciones realizadas, se trata de un mecanismo que usa engranajes diferenciales, lo cual es sorprendente dado que los primeros casos conocidos hasta su descubrimiento datan del siglo XVI.
De acuerdo con los estudios iniciales llevados a cabo por el historiador Derek J. de Solla Price (1922-1983), el dispositivo era una computadora astronómica capaz de predecir las posiciones del Sol y de la Luna en el zodíaco, aunque estudios posteriores sugieren que el dispositivo era bastante más "inteligente".
Empleando técnicas de tomografía lineal, Michael Wright, especialista en ingeniería mecánica del Museo de Ciencia de Londres, ha realizado un nuevo estudio del artefacto. Wright ha encontrado pruebas de que el mecanismo de Anticitera podía reproducir los movimientos del Sol y la Luna con exactitud, empleando un modelo epicíclico ideado por Hiparco, y de planetas como Mercurio y Venus, empleando un modelo elíptico derivado de Apolonio de Perge.
En el año 2008, Philip Ball y Tony Freeth, publicaron en la revista Nature que el mecanismo servía para fijar con exactitud la celebración de los Juegos Olímpicos en la antigüedad. El interior del artefacto contiene una inscripción que indica Nemea (en referencia a uno de los juegos que fueron más importantes), y Olimpia. Con dichos diales se fijaba con precisión la última luna llena más próxima al solsticio de verano cada cuatro años, fecha en la que se iniciaban los juegos.

9. Tuberías de Baigong. En el monte Baigong, situado en la provincia china de Qinghai, se han encontrado hace relativamente poco tiempo, en 1998, unas curiosas estructuras con forma de tubería que traen de cabeza a más de un grupo de investigadores.
Estas "tuberías", parecen ser exactamente eso: tuberías de hierro. Se encuentran en el interior de diversas cavernas situadas en el monte Baigong, dentro de una estructura más o menos piramidal de unos 50 o 60 metros de alto. No solo aparecen estos tubos en el interior de las cavernas, si no que a orillas de lago situado al pie del monte también aparecen restos parcialmente sumergidos en el agua, casi como si formaran parte de una red de distribución de agua.
La zona está completamente deshabitada, sin restos de asentamientos conocidos. Y se ha datado la antigüedad de estas tuberías en nada menos que 5000 años. Su composición está formada por óxido de hierro, dióxido de silicio, y otras sustancias en menor proporción.

8. Dodecaedros Romanos. Son unos artefactos datados entre los años 200 y 400 de nuestra era. Se han encontrado por toda Europa y sus medidas varian entre los 3 y los 11 cms. Su manufactura es de bronce, madera o incluso piedra.
Su mayor enigma es que se desconoce completamente el uso de estos aparatos. Entre las distintas teorías, se dicen que podrian servir para colocar flores o velas dentro, instrumentos de topografía o simplemente ser objetos de decoracion.

7. Disco de Festos. Es un curioso hallazgo arqueológico de finales de la edad de Bronce. Fue descubierto el 15 de julio de 1908 por el arqueólogo italiano Luigi Pernier en la excavación de un palacio minoico en Festos (Phaistos), cerca de Hagia Triada, en el sur de Creta. El propósito de uso y el lugar en el que se construyó aún no han sido determinados, lo que ha convertido a este objeto en uno de los más famosos misterios de la arqueología. Actualmente se encuentra en el museo de Heraklion en Creta (Grecia).
La inscripción fue realizada mediante presión de "sellos" jeroglíficos preformados sobre la arcilla blanda, en una secuencia espiralada hacia el centro del disco. Este fue luego cocido a alta temperatura. Algunos arqueólogos suponen que la escritura del disco de Festos es minoica, pero no se trata ni del lineal A ni del lineal B. Aproximadamente 10 signos del disco son similares a signos de la escritura lineal. Por esa razón, otros especialistas le atribuyen un origen no cretense. Por ejemplo, según la "teoría proto-iónica", el disco sería la obra de un pueblo cicládico.
Algunas teorías dicen que podría ser el tablero de algún juego, comentándose incluso que es el predecesor más antiguo del famoso juego de la Oca.

6. Baterías de Bagdad. En 1936, durante unas excavaciones en una colina de Kujut Rabua, una aldea al sureste de Bagdad (Irak), los trabajadores del Departamento Estatal Iraquí del Ferrocarril descubrieron una vieja tumba cubierta con una losa de piedra. Durante dos meses, el Departamento Iraquí de Antigüedades extrajo de allí un total de 613 abalorios, figurillas de arcilla, ladrillos cincelados y otras piezas. Fueron fechados en el período de los partos (casi quinientos años entre 248 a. C. y 226 d. C.). También hallaron unos recipientes muy singulares de arcilla, con forma de jarrón y de color amarillo claro. En su interior había un cilindro de cobre, fijado con asfalto a la embocadura del cuello. Dentro del cilindro había una vara de hierro.
En ese año (1939), el arqueólogo alemán Wilhelm König, entonces a cargo del Laboratorio del Museo Estatal de Bagdad, lo identificó como una probable pila eléctrica. Describió su hallazgo en el 9 Jahre Irak, publicado en Austria en 1940. El primer análisis de este objeto consistió en introducir en su interior un electrolito, y conectarle una lámpara, que se encendió muy débilmente. El informe oficial que se redactó después decía que este objeto se comportaba exactamente igual que una pila eléctrica moderna.
El 11 de abril de 2003, durante la Invasión de Irak, el Museo Nacional de Irak en Bagdad, fue asaltado y saqueado. Durante aproximadamente tres días muchas de las piezas de incalculable valor histórico fueron destruidas o robadas, siendo ete es el caso de estas baterías, que actualmente están en paradero desconocido.

5. Manuscrito Voynich. Pocos manuscritos hay en la historia más misteriosos e intrigantes que el manuscrito Voynich, un libro que fue escrito hace unos quinientos años en un extraño idioma (al que se le ha denominado como voynichés) y que a día de hoy todavía no ha podido ser descifrado por ninguno de los muchos expertos que lo han intentado. Si esto es poco, el libro está repleto de ilustraciones de diversa temática, que van desde la botánica, la astrología y la cosmología, hasta la biología y la farmacéutica.
Hasta aquí podría parecer un antiguo tratado sobre conocimientos varios de los muchos que existen de dicha época, a no ser porqué los dibujos del manuscrito Voynich nos muestran una serie de plantas, animales y situaciones cotidianas desconocidas en nuestro planeta. Se podría decir que es como un “manual de botánica y ciencia de otro planeta”. A parte, en el manuscrito se representan una serie de instrumentos que bien podrían ser microscopios y lentes de aumento rudimentarias, junto con ilustraciones de lo que podrían ser células y bacterias, algo bastante inusual si se tiene en cuenta que alguna de las teorías de su autoría lo sitúan en el siglo XIII.

4. Mapa de Piri-Reis. Es una carta náutica que fue confeccionada por el almirante turco homónimo en el año 1513, siendo esta la fecha comúnmente aceptada por los expertos, como parte de su obra Bahriye (Sobre la navegación). La particularidad de este mapa y lo que le ha convertido en mundialmente famoso, reside en el hecho de que contiene representaciones detalladas de lugares del planeta que se presuponen totalmente desconocidos en aquellos momentos y la afirmación, del puño y letra del marino turco, de que sus fuentes habían sido “los antiguos Reyes del Mar” e incluso que se basó, en su preparación, en 20 viejos mapas y 8 mapamundis confeccionados en la época de Alejandro Magno, que al parecer, ya entonces mostraban la totalidad del mundo habitado. Algo, si cabe, más increíble aún.
Obviamente, tales afirmaciones y el hecho de que gran parte de la “terra incognita” tuviera perfil e incluso accidentes geográficos como montañas o ríos en un mapa de la época, plantea una serie de preguntas, que cuanto menos nos hacen cuestionarnos cómo es posible que se obtuviera tal información.

3. Esferas Gigantes de Costa Rica. En el Museo Nacional de San José, la capital de Costa Rica, se conservan numerosas esferas de piedra pulidas de diversos tamaños: las "esferas gigantes" figuran entre los hallazgos geológicos más extraños de la historia universal. Cientos de esferas de distintos tamaños decoran jardines privados en este país centroamericano, otras han sido abiertas en busca de oro oculto en ellas, con lo que han quedado destruidas, y otras están muy dañadas debido al fuego provocado durante la tala de la selva.
Arqueólogos costarricenses siguen excavando nuevos ejemplares en el lodo del delta del Disquis y se asombran cada vez más de la habilidad artesana de los desconocidos autores. Sobre todo las bolas más grandes -el ejemplar más pesado que se ha excavado hasta ahora tiene 16 toneladas- son tan lisas y redondas que parece imposible que se hayan fabricado sin ayuda de medios mecánicos. El granito de que están hechas no se encuentra en el lugar del hallazgo, ya que allí no hay canteras, lo que hace más asombrosas y misteriosas a estas esferas.

2. Artefacto de Coso. Nos situamos en 1961, en Olancha (California - EEUU). Tres coopropietarios de una tienda de minerales prospectaban los montes de Coso, cuando se encontraron geoda algo peculiar, la parte de fuera de la geoda era de arcilla endurecida con fragmentos de conchas fosilizadas, que contenia dos objetos que se parecian a un clavo y una arandela. En el interior, un cilindro de cerámica está cogido en un manguito hexagonal de madera petrificada, unos fragmentos de cobre separan las dos piezas. En el medio del cilindro está insertada una varilla metálica de dos milímetros de diámetro.
Un geólogo dató al artefacto atrapado en la roca en unos 100.000 a 500.000 años de antigüedad, pero esta fecha no está aceptada, ya que no se conoce como calculó esa fecha.



1. Penique de Maine. En 1957, los arqueólogos descubrieron en las ruinas de los indios en el Estado de Maine, Estados Unidos, un auténtico penique noruego cuya historia se remota a comienzos del siglo XI. Este descubrimiento podría corroborar que antes del navegante Cristóbal Colón, los vikingos de Europa del Norte habrían llegado al sur de Terranova. Aunque existe esa posibilidad, los expertos han expuesto sus dudas, debido a que el penique de Maine es la única reliquia noruega descubierta en aquellas ruinas indias, podría pensarse que llegó allí por causas relacionadas con el comercio.

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